¿Dónde están las oportunidades?
En
una era de cambios donde cada día aparecen nuevas ideas de negocio hasta ahora
inimaginables, donde los mercados y negocios más tradicionales incluso se
plantean innovar (o ya lo están haciendo) buscar oportunidades y tener
iniciativa son competencias vitales para la generación de nuevos proyectos o
cambios en nuestra vida.
La
búsqueda de oportunidades, definida por el programa de formación en
competencias emprendedoras #Compe10ciasLED
de Youth Business Spain, es una competencia
que permite observar en nuestro entorno situaciones que puedan entrañar una
oportunidad (válgase la redundancia) para
generar un nuevo proyecto empresarial o personal. Es muy sencillo si lo
resumimos en una frase: donde unos ven una necesidad, otros ven una
oportunidad. A nuestro alrededor existe información que, si tenemos los ojos
bien abiertos, pueden proporcionarnos ideas e inspiración. Las oportunidades
están en nuestro entorno y pueden ser muy diferentes para cada persona:
encontrar un nuevo trabajo, poner en marcha un proyecto empresarial o promover
un cambio en su vida personal.
Pero
buscar oportunidades es mucho más que buscar. También significa tener una
actitud proactiva para dedicar tiempo y esfuerzo a estudiar una idea que no
sabemos qué alcance tendrá. No es dejar
las oportunidades en el tintero una vez descubiertas.
Cuando
detectamos una oportunidad debemos analizar cuáles son los recursos de los que
tenemos que disponer para aprovecharla, si realmente tenemos competencias y
habilidades para asumir este nuevo cambio, cuántas personas más se beneficiarán
de la oportunidad, qué tenemos que sacrificar en nuestra vida para dar paso a
esta nueva idea… Acaba siendo un duro trabajo.
Parece
algo difícil, pero existen talleres de formación específicos en emprendimiento
que te pueden ayudar a detectar oportunidades y de paso, evaluar su alcance y
magnitud. Por ejemplo, Compe10cias LED.
Por ejemplo, de muy
cerca me llega el caso de una chica que recientemente ha dejado de trabajar
como administrativa en una empresa en la que llevaba trabajando una década. Después
de muchos años en su puesto de trabajo, la casuística de la vida ha hecho que
este ciclo llegue a su fin. Sin embargo, no se ha quedado quieta. Le encanta el
mundo de los eventos, de las vestimentas formales, de los protocolos y tiene
una gran habilidad: hacer complementos para vestidos de invitadas. Esto le ha
permitido aprovechar la oportunidad de hacer complementos personalizados a las
vestimentas y estilos de las invitadas. Complementos tales como bolsos de mano,
diademas o pendientes entre otros, que le están permitiendo conocer un mercado
de clientes al que no estaba acostumbrada.
Claramente,
es un ejemplo de cómo un hobby podría llegar a convertirse en un negocio.

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